Joseph Goebbels “Una mentira repetida adecuadamente mil
veces se convierte en una verdad”
Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra mundial, se
suicidó junto a su esposa, Magda Goebbels, la cual había matado a sus seis
hijos envenenándolos después de suministrarles un somnífero.
Goebbels es conocido por su discurso de la “guerra total”,
en el que dijo:
“Una vez que el
gobierno tiene a un pueblo a sus pies, una vez que se ha hecho con su
conciencia, entonces es capaz de hacer con él lo que se le antoje. Cuando se
atraviesa la barrera de la libertad individual, y se “usa” a una nación para
unos objetivos concretos, ya sean ideológicos, religiosos, expansionistas, o
con ánimo de lucrarse, entonces ya no estamos hablando de la política como “el
arte del bien común”, sino de la manipulación de las mentes.”
Goebbels hizo uso durante su vida laboral de lo que en la
actualidad se conoce como marketing social, método que utiliza técnicas que
consisten en adaptar y transferir los elementos comerciales a las actividades
dedicadas a defender los intereses sociales para influir en el comportamiento
de la población.
Mediante esta técnica ensalzaba los sentimientos que le
provocaba la ideología del Partido Nazi, promoviendo así el odio mediante la
mentira y el convencimiento de factores alejados de la realidad, tales como la
existencia de razas inferiores a la blanca, raza aria.
De los manuscritos del Ministro se han extraído los once
principios propagandísticos que fueron llevados a cabo por el partido. El autor
Leonard W. Dobb recoge en su libro “Goebbels y sus principios propagandísticos”
una serie de premisas imprescindibles en el ámbito publicitario y propagandístico
referente a la política.
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